Así que el gobernador te ha dado un descanso en tener que pagar tu renta. Su arrendador no puede desalojar hasta finales de mayo. Pero la renta que no está pagando aún se va debe. Entonces, ¿Qué se hace? Negociar.
Mientras que inquilinos pueden ser felices sabiendo que la moratoria que el gobernador implemento les da protección de no ser desalojos, la moratoria es solo por unos meses, y nada en la orden ejecutiva significa que la renta será perdonada. Sí, eso es correcto. ¡La renta que no pago en esos meses aún debe pagar!
¡Pero no tengo dinero! ¡¿Que voy a hacer?! En cualquier relación, incluido la del propietario e inquilino, la comunicación es clave. Especialmente en la relación entre propietario e inquilino, la comunicación casi siempre requiere negociación. Ambas partes tienen algo que la otra quiere. El arrendador quiere el dinero del inquilino. El inquilino quiere quedarse y usar la propiedad. En un estado normal, esto se equilibra igualmente con el pago mensual del alquiler bajo pena de desalojo. Sin embargo, con la moratoria, este equilibrio se ha desequilibrado, aunque solo sea temporalmente, a favor del inquilino.
Los inquilinos deben tener en cuenta que este desequilibrio a su favor terminara rápidamente y el balance ahora será desequilibrara a favor del arrendador cuando este moratorio llegue a su fin. Si para entonces no ha pagado su renta durante los meses anteriores, ya está en retrasos. Así como usted está en una situación difícil, el hecho de no haber pagado su rente puede ser que también ha puesto al arrendador en una situación difícil, ya que la mayoría de los arrendadores utilizan los pagos de los inquilinos para pagar las hipotecas de la propiedad. Ahora, su arrendador tal vez también tenga entre 60 y 90 días de retraso en los pagos al banco. Eso crea estrés por todas partes.
En vez de dejar que esta situación escale, hable con su arrendador. Dígales qué puede hacer para ponerse al corriente, incluso si se trata de pagos parciales. Discuta un plan de pago, tal vez pagos de rentas más grandes durante tres meses (o más) para ponerse al día o un pago global al final del año cuando la economía ha tenido la oportunidad de recuperarse. Tal vez negociar pagos relacionados con paquetes de estímulo económico. Los propietarios también son personas, y la mayoría quieren resolver las cosas con sus inquilinos, pero ese deseo puede desaparecer rápidamente sin comunicación y sin dinero.
Si descubre que su negocio no va a volver, o que no podrá regresar a su trabajo, y necesita mudarse, no espere hasta el último minuto para hacer algo. Negocie nuevamente con su arrendador. Él no puede echarlo, pero puede dañar su historial de alquiler y su crédito. En cambio, negocie una estrategia de salida que funcione para ambos. Tal vez pagos parciales a cambio de más tiempo para mudarse. Algo es mejor que nada, y al arrendador también le ahorra el gasto de desalojarlo más tarde (y demandarlo por más dinero).
La crisis de COVID ha hecho maravillas para unir a las diferentes comunidades. Ahora es el momento para que los propietarios e inquilinos lo discutan.
Por: Andrew Stilwell, Esq., Abogado en Contreras Law Firm