Los asuntos de derecho familiar, tales como divorcio y custodia de los hijos, son a menudo muy personales y atraen litigios de alto conflicto. Es por ello que muchos clientes seleccionan estratégicamente el género de su abogado, y a pesar de la opinión de otras personas, esta estrategia puede resultar benéfica, y más cuando se trata de contratar a una abogada.
Aunque siguen siendo más los hombres que se dedican a ser jueces y abogados, esta es la razón por la cual puede ser una ventaja contratar a una abogada, tomando en consideración la credibilidad que la abogada trae a la sala de audiencias: a menudo se considera que las mujeres son más justas, más razonables y menos combativas que los hombres; como resultado, una presentación por parte de una mujer litigante puede influir sobre los jurados, los jueces y abogados adversos de manera que la contraparte masculina no puede llegar a hacer.
Una abogada siempre luchará por el mejor interés de sus clientes, pero lo hará de una manera muy diferente que los hombres. En vez de ser irrazonable o abrasiva, una buena abogada apelará a la compasión y el sentido de derecho en su lucha por obtener lo máximo para su cliente. Además, una mujer escuchará plenamente a su cliente para entender mejor sus necesidades y deseos para el resultado final.
Es bien sabido que tendencia de la ley es avanzar a través de la colaboración. Teniendo esto en mente es importante mencionar que los hombres están biológicamente conectados para luchar y atacar, y las mujeres son más propensas a negociar y buscar el mejor resultado por medio del intercambio. Aunque algunos clientes prefieren un abogado agresivo, las abogadas apelan a la masa de clientes, jurados y jueces que favorecen la civilidad y el compromiso para alcanzar una resolución más rápida pero favorable; sin embargo, una mujer litigante puede ser tan agresiva y severa como un hombre cuando ella lo crea necesario. Asimismo, las mujeres suelen ser más inquisitivas y abiertas a la negociación a través de tácticas no tradicionales, lo cual es casi siempre más benéfico, ya que un enfoque agresivo frecuentemente llega a ser un callejón sin salida.
Por último, las mujeres están naturalmente conectadas para priorizar. Como una computadora, ellas procesan tareas simultáneas, además de planear una gran cantidad de trabajo. Uno de los rumores más populares es que las mujeres son mejores cuando se trata de multitareas que los hombres; cierto o no, está comprobado que el cerebro humano puede ser entrenado para hacer casi cualquier cosa, incluyendo las multitareas. Una buena abogada siempre estará lista para utilizar sus habilidades de priorización en incluso el más complejo de los casos.
