Cuando se encuentra en medio de un litigio, especialmente uno que es personal para usted, es muy fácil querer lastimar a su oponente cuando más duele. Al igual que la ofensiva Tet, donde el ejército de Vietnam del Norte atacó durante el alto el fuego durante las vacaciones de Tet en la guerra de Vietnam, muchos quieren enviar muchas mociones, descubrimientos u otras tácticas legales diseñadas para hacer que el otro lado funcione y gastar dinero durante las vacaciones de Navidad para ejercer presión, estrés y ansiedad simple sobre su oponente. La esperanza es que la táctica cause sufrimiento durante este tiempo, ya sea al oponente o a su abogado. Les diré por experiencia de primera mano en ambos lados, que esto nunca ayuda a acercar el caso a la resolución. En cambio, sucede todo lo contrario. El odio, la venganza y el vitriolo general llenan el espacio donde podría haber surgido cualquier resolución pacífica potencial.
Déjame contarte sobre una batalla diferente. Uno que sucedió mucho antes de la guerra de Vietnam y su caso. Se suponía que la Primera Guerra Mundial sería la “Guerra que acabará con todas las guerras”. Como sabemos por la historia, fue realmente la guerra la que condujo a todas las demás guerras. A diferencia de las guerras televisadas de hoy de bombardeos lejanos con aviones no tripulados y misiles lanzados desde cientos de millas de distancia, la Primera Guerra Mundial se trataba de tropas que se alineaban en trincheras y luego corrían entre sí a través de campos minados, balas ardiendo y granadas de mortero explotando por todas partes. El gas nervioso cubriría el campo de batalla envolviendo a los soldados involuntarios en agonía antes de sucumbir a sus heridas. Si la guerra es el infierno, esta guerra se parece mucho a ella.
Pero el día de Navidad de 1914, los soldados alemanes y británicos / franceses dejaron las armas por un día, salieron de sus trincheras y se encontraron en “tierra de nadie”, el área entre las trincheras que estaba llena de muerte y destrucción. Comenzó con cada lado encendiendo velas a lo largo de las trincheras y levantando un árbol de Navidad. Luego, cada trinchera sonó con villancicos, primero los alemanes y luego los británicos. Finalmente, algunos hombres valientes salieron de sus trincheras de cada lado y se saludaron, “Feliz Navidad”. Donde no había nada más que la muerte durante meses antes, en este día, se llenó de conversaciones de villancicos, e incluso un partido de fútbol.
Ahora, no soy optimista después de litigar intensamente tanto en mi vida personal como profesional, pero lo que sí sé es que cada parte debería usar cualquier excusa para tratar de encontrar una solución pacífica a su caso si puede. Los alemanes y los británicos querían literalmente matarse entre sí, pero en Navidad, se señalaron algo diferente entre sí. Donde el día anterior había habido balas y bombas, en Navidad había velas y villancicos. Ambos conocían las melodías de los villancicos y por eso podían cantar juntos, a pesar de estar separados por diferentes idiomas. Ambos compartían un amor común por el fútbol y jugaban un juego. Siempre es bueno tomar la excusa de la Navidad para tratar de encontrar puntos en común con tu oponente hacia un acuerdo.
Aunque la Primera Guerra Mundial duró muchos años después de la tregua de Navidad, ha sido un ejemplo para mí y para muchos otros que luchan todos los días. Aproveche esta Navidad para sentarse con su abogado u oponente y ver si hay algo en lo que pueda ponerse de acuerdo. Puede resultar en menos problemas por los que pelear (a un gran costo para usted), o incluso en un acuerdo completo. Nunca se sabe lo que un movimiento hacia el medio podría hacer por su caso.
Si está buscando su tregua navideña en su caso o con un oponente, en Contreras Law Firm estamos listos para ayudar. Tal vez ojos frescos y algo de terreno común puedan lograr un milagro navideño para ti. En cualquier caso, Feliz Navidad y Felices Fiestas a todos ustedes de parte de todos nosotros en Contreras Law Firm.
Por: Andrew Stilwell, abogado de Contreras Law Firm